APRENDIZAJE ESPERADO:
Analiza las funciones
químicas y su implicancia
y en la naturaleza y en el hombre con disposición
cooperativa para trabajar.
TEMA TRANSVERSAL
Educación para la
gestión de riesgo
y conciencia ambiental.
Cuida y protege su ecosistema
al mantener sus
espacios
de trabajos limpios y ordenados.
¿Qué productos químicos son
potencialmente peligrosos?
¿De que manera hace su participación el hombre en la naturaleza?
¿De que manera hace su participación el hombre en la naturaleza?
APRENDE A USAR CMAPTOOLS
RECORRIDO HISTÓRICO DE LOS QUÍMICOS
ESCUCHA ATENTAMENTE PARA LA ACTIVIDAD A REALIZARSE EN EL AULA
Manganeso, metilmercurio, aluminio y zinc
CONTAMINACIÓN QUÍMICA
MODELO DE CMAPTOOLS
ESCUCHA ATENTAMENTE PARA LA ACTIVIDAD A REALIZARSE EN EL AULA
Los
contaminantes químicos presentes en los alimentos son, a menudo, consecuencia
de la contaminación ambiental. Llegan hasta ellos a través del suelo, el aire o
el agua. Este hecho se agrava con el uso de sustancias pesticidas,
farmacológicas, abonos y otros productos químicos utilizados en la industria.
Entre los posibles efectos adversos sobre la salud humana, destacan las
consecuencias en el cerebro durante la gestación y los primeros años de vida.
Los contaminantes químicos que más preocupan son los orgánicos persistentes
(COP). Por su naturaleza acumulativa, tanto en el medio ambiente como en la
cadena trófica, se concentran en la pirámide alimentaria hasta llegar a las
personas. Es el caso del metilmercurio o los PCB (bifenilos policlorados), que
se acumulan en el medio marino y de ahí pasan a los peces, que ingieren después
los seres humanos. Otros contaminantes, como los metales pesados (aluminio,
mercurio, manganeso o plomo) también tienen un efecto neurotóxico en el
organismo. Los alimentos son la principal vía de exposición y, aunque en la
actualidad su uso está regulado y muchos de ellos se han prohibido, no es
posible eliminar por completo su presencia del entorno debido a su persistencia
y baja degradación.
Manganeso, metilmercurio, aluminio y zinc
Además
de los trabajos realizados por este centro de investigación, resalta la labor
de los grupos de investigadores de la Red INMA (Infancia y Medio Ambiente) en
España. Los expertos se centran en el estudio del papel de los contaminantes
ambientales más importantes en el aire, en el agua y en la dieta durante el
embarazo e inicio de la vida, así como sus efectos en el crecimiento y
desarrollo infantil. Pero estos contaminantes no sólo afectan a los niños: la
acumulación en el cerebro de determinadas sustancias, como elaluminio o el manganeso de
alimentos y agua, se relaciona con el desarrollo de enfermedades
neurodegenerativas en edades avanzadas, como el Alzheimer o el Parkinson.
Debido
a la relevancia del tema, se ha celebrado en España un simposio internacional
sobre "Alteraciones de la función cerebral inducidas por contaminantes de
los alimentos y del agua", donde los investigadores que estudian la
neurotoxicidad y los efectos sobre el desarrollo cerebral de los contaminantes
alimentarios han intercambiado información sobre los últimos avances. Las
presentaciones versaron, entre otros temas, sobre los efectos neurotóxicos del
manganeso en primates no humanos, los mecanismos de toxicidad delmetilmercurio,
el papel del aluminio en el Alzheimer y el del zinc en las enfermedades
neurodegenerativas o los efectos de la exposición a los PCB.
Otra
investigación, realizada por la Red INMA, se ha centrado en la exposición de
los niños españoles a contaminantes químicos de origen alimentario. Según ésta,
se establece una relación entre el consumo de pescado azul de gran tamaño
durante el embarazo con niveles más altos de mercurio en el cordón umbilical,
así como la presencia de este metal en el cabello con el consumo de pescado
azul durante los primeros años de vida. La elevada exposición al mercurio en
niños preescolares se relacionó con retraso en el desarrollo cognitivo. Sin
embargo, la ingesta materna de pescado de 2 a 3 veces por semana puede ser
beneficiosa para el desarrollo neurológico en la edad preescolar.
También
se ha comprobado que determinadas sustancias, como los pesticidas organoclorados,
podían incrementarse a través de la lactancia materna. Sin embargo, se ha
constatado que la lactancia a largo plazo resulta beneficiosa para el
desarrollo cognitivo y del comportamiento, además de contrarrestar el potencial
impacto de la exposición a estas sustancias químicas a través de la leche materna.
Por último, este estudio, realizado en diversas zonas de nuestro país,
determinó que niveles de exposición alta a pesticidas organoclorados antes del
nacimiento repercuten en un retraso en el desarrollo mental y psicomotriz de
los niños.
CONTAMINACIÓN QUÍMICA
Los contaminantes que ponen en
peligro la salubridad de los alimentos son de distinta naturaleza. Destacan los
contaminantes macroscópicos, que son visibles; los biológicos, como parásitos y
microorganismos, que no se ven pero pueden estar presentes en los alimentos; y
los contaminantes químicos, como pesticidas, metales
pesados o
compuestos orgánicos persistentes (COP). Cuando se consume un alimento
contaminado se sufren alteraciones y se desarrolla una enfermedad de origen
alimentario. Otras veces, la exposición a contaminantes puede provocar
trastornos y dolencias a largo plazo en las que, a menudo, es difícil
relacionar los síntomas con la fuente que las causa.
EL CEREBRO
Éste es el órgano principal del
sistema nervioso. Sus células, muy especializadas, transmiten a través de
impulsos eléctricos toda la información que el organismo necesita para vivir,
desde repartir el gasto energético necesario en cada momento hasta alertar
cuando hay un peligro. Verdadero ordenador del cuerpo, gracias a él se tienen
experiencias como pensar, emocionarse o aprender. Su complejo desarrollo
embrionario es muy sensible a agresiones debidas a la exposición a determinados
contaminantes químicos, para los que el cerebro actúa como un órgano dias.